La maestría de tu Presencia Yo Soy te da la maestría en todo

Muchas veces he dicho que tu Presencia Yo Soy es tu propio ser en estado ascendido. Que ya eres ese ser ascendido y que ahora debes controlar tu mente, trasmutando la avasalladora energía que te aplasta. También te he dicho que lo más importante es conectarte con esa Presencia ascendida que eres.

Por eso mismo te he recomendado dejar de buscar información fuera y centrarte en despejar la mente para unirte a tu poderosa Presencia Yo Soy, que, como ya hemos visto, es la otra parte de tu ser. Recuerda que te has dividido en dos, y que tu llama gemela permanece en altas dimensiones para jugar junto a ti en este plano físico.

Tu Presencia Yo Soy ya es un Maestro Ascendido

Esa parte de tu ser que permanece en séptima dimensión ya es un Maestro Ascendido. Él o ella, dependiendo si es la esencia femenina o masculina quien se ha quedado arriba, es la única que sabe el plan de juego que has escrito. Por eso, la maestría de tu Presencia Yo Soy hace que logres la maestría en todas las cosas.

El gran desafío de este juego consiste en que tú, cuando estás aquí, no recuerdas nada. Es como jugar a la gallina ciega: Te vendan los ojos y te dan vueltas y vueltas, de tal manera que cuando te retiran la venda no sabes dónde estás ni para donde ir. Ese eres tú en este plano físico. Eres, eso sí, muy valiente.

En otro momento, ha sido tu llama gemela la más valiente, porque ella ha bajado y tú te has quedado arriba. Pero en este momento tu valentía es enorme. Has dicho: «Yo puedo con todo, así que voy allá». Como tu Presencia Yo Soy conoce todo el plan, ella será quien te dirija y te comunique las jugadas correctas.

Ella será como tus ojos y tu inteligencia. Recuerda un gran decreto que te he compartido: Yo Soy la única inteligencia y poder actuando. Al decir esto, le das a tu Presencia Yo Soy la autorización para gobernar tu mente, hogar y mundo. Tú no podrías hacerlo adecuadamente por ti solo, porque aquí estás ciego, sordo y mudo.

Curso de Decretos

No entiendes nada, porque estás aquí con todas tus memorias de lo que eres en realidad absolutamente veladas: Ni siquiera recuerdas tu verdadera esencia. De pronto has llegado a este lugar y tienes una familia. Ellos son parte de tu plan de juego, al igual que muchas de las personas con las que a diario interactúas.

Todos los seres que te rodean han venido en conjunto para ejecutar tanto tu juego como el de ellos. La otra parte de todos e intenta dirigirlos.

Tu único deber aquí es jugar conforme a tu plan

Estás dentro del juego de la ilusión de la inconsciencia, donde dicha ilusión consiste en que al llegar aquí crees que no tienes poder alguno. No sabes quién eres y debes ejecutar un plan en un escenario ilusorio, lejos de la realidad. Es como introducirte en una película. Los primeros personajes que aparecen son tus padres.

Debes empezar a jugar sin recordar tu verdadera esencia. Eres inconsciente por completo, y el ser consciente es tu Presencia Yo Soy, quien permanece en séptima dimensión y lo sabe todo. Para ganar, lo único que tienes que hacer es jugar tal cual lo has escrito, dejándote dirigir por ella.

Y aquí viene la parte en la que digo que tu Presencia Yo Soy muchas veces se ríe de ti, porque a veces va a tener que dirigirte en contra de tu bienestar. Esto al principio es difícil de comprender. Vas a llorar, a patalear y a pasarla mal. ¿Por qué? Porque la otra parte de ti sabe que para lograr la victoria tienes que pasar por lugares de dolor.

Ese dolor es necesario para ir adquiriendo experiencia. La sabiduría no es gratuita: Es producto de todas tus experiencias, sobre todo las dolorosas. En todas ellas has sido dirigido por tu Presencia Yo Soy para que puedas abrir el camino hacia la maestría en todas las cosas.

El dolor es un gran maestro

Es obligatorio que todos pasemos en algún momento por experiencias dolorosas. Hoy por hoy, lo agradezco, porque sin pasar por esos duros procesos no habría podido alcanzar la sabiduría que se obtiene al entrar en la luz. El dolor es un gran maestro, pero sostenerse en el dolor y apegarse a él hacen que no alcances la victoria.

Entramos a un lugar donde impera el dolor, pero debemos salir de él. Esto constituye una gran experiencia. Cuando en planos más elevados creamos nuestro plan de juego, creemos que podemos superar todas las pruebas. No es de extrañar, ya que en ese plano somos todopoderosos. Somos Presencia Yo Soy absoluta.

Pero al bajar aquí nos enfrentamos a una cosa muy distinta. Sin embargo, recuerda que el permanecer en el victimismo, el rencor y la venganza hará que no puedas cumplir tu plan y tengas que repetirlo. Hasta que no alcances la victoria y no hayas cumplido el plan tal cual lo planteaste, regresarás una y otra vez.

Cumple tu plan aplicando la sabiduría que hay en ti

Una vez que te has conectado con tu Presencia Yo Soy, has permitido que te vaya dirigiendo y has incluso aceptado que vaya en contra de tu bienestar. Vas subiendo uno a uno los escalones de tu plan, y éste se va cumpliendo. Ahora es el momento de aplicar a través de tu sabiduría todo lo aprendido.

Estoy segura de que este es el punto donde te encuentras ahora. Has ido escalando poco a poco los peldaños de su plan; has experimentado el dolor y has adquirido sabiduría. Ahora es el momento de experimentar la vida a través de tus experiencias y de aplicar dicha sabiduría.

Ya has adquirido sabiduría. Es por eso que estás aquí. Hay muchos necios en el mundo que en este preciso momento están profundamente dormidos. No desean saber sobre estos temas, pero tú, si estás aquí conmigo, estás buscando la verdad. Esto quiere decir que estás cumpliendo tu plan. Te has elevado varios escalones.

Y la sabiduría que has logrado te ha traído hasta aquí. Es momento de pasar a un segundo nivel. Ahora bien, no has alcanzado poca cosa; todo lo contrario, es un gran avance. Considera qué porcentaje de la humanidad busca este tipo de respuestas y soluciones para sus vidas. 

El equilibrio entre dar y recibir

Gestiona tu vida a través de tu experiencia

A través del dolor, has alcanzado una experiencia muy valiosa. Ahora, lo que debes hacer es lograr la maestría en todas las cosas. En primer lugar, no lo lograrás si continuas manifestando el dolor en tu vida. Ya es hora de salir del dolor. Por eso debes aplicar la sabiduría adquirida y tomar un camino contrario al que recorrías.

El camino anterior era el camino del dolor, del resentimiento y la venganza. Sin embargo, ahora puedes gestionar tu vida a través de todo lo que has vivido. En muchas ocasiones, ya sabes lo que pasará si sigues determinada dirección. Por lo tanto, este es el momento de cambiar y tomar acción en tu vida.

Eso es lo que te dará la maestría de todas las cosas. Si permaneces en la postura que te ha llevado al dolor, tu Presencia Yo Soy tendrá que seguir llevándote por ese camino. Tu experiencia es lo más importante. A partir de ella, puedes tomar buenas decisiones y emprender tu vida de otra forma cambiando tu foco de consciencia

Aprende a vivir con tu Súper Poder

La maestría se adquiere a través del ensayo y error

Sin práctica no hay maestría, ya sea en el ejercicio de una profesión, un oficio o cualquier otra cosa en este plano físico. Entonces, debes tomar acción. El gran maestro que es el dolor ya cumplió su razón de ser. Ahora ya sabes qué debes cambiar de ruta y salir de donde estabas.

Llegado a este punto puedes haber empezado a buscar soluciones a través del sacrificio o el dejar cosas, pero no hace falta eso: El camino es mucho más fácil, porque este juego de la ilusión de la inconsciencia no es tan perverso. La salida no resulta tan complicada ni implica sufrimiento forzoso.

No puede ser una salida en la que tengas que renunciar a infinidad de cosas. La verdadera ruta de escape es tan fácil que muchos niños la recorren a diario. Consiste en controlar tu mente para escuchar las indicaciones que te da tu Presencia Yo Soy. Deja que sea los ojos, la inteligencia y el poder que te harán alcanzar la victoria.

Esta es la única salida de todas las experiencias de dolor y la única manera de ganar este juego. No olvides que hemos venido a ganarlo. Solo así podrás vivir el Paraíso aquí en la Tierra. Si permites que tu Presencia Yo Soy te guíe, ya no tendrá que tomar decisiones en contra de tu bienestar.

Emprende una limpieza energética

Recuerda que cada vez que te vas de aquí sin haber cumplido tu plan, la energía de sufrimiento que has dejado no te abandonará. Es eterna, y volverás a chocar con ella. Solo tú puedes limpiarla, trasmutando esa energía negativa que has dejado aquí al intentar cumplir tu plan.

Esas energías fueron dirigidas con tu Presencia Yo Soy aún en contra de tu bienestar, porque tenías que aprender a través de la experiencia y extraer de ella tu propia sabiduría. Tu experiencia te dice ahora que el sostenerte en el dolor te llevará a seguir generando energía negativa.

Ahora eres un ser despierto y buscas las respuestas que te trae tu propia sabiduría. La primera de ellas es cambiar toda la energía negativa que has creado con tu sufrimiento y con las partes de tu plan que estaban alineadas con el dolor. Has vivido la ilusión de la inconsciencia y el dolor era parte de ello, pero ya no más.

Entonces debes hacer toda una limpieza energética. Mientras haya odio, ira, envidia, victimismo, desesperanza y pérdida de fe, hay una energía que te aprisiona. El simple estrés que todo el mundo dice tener impide que tu Presencia Yo Soy te dirija. Escúchala, para que pueda contarte el plan pactado y ganes el juego.

Al lograr la maestría en todas las cosas, tus metas se cumplen

Logras la maestría después de despejar la mente, conectarte con tu Presencia Yo Soy, escucharla y dejar que dirija tu plan. ¿Cómo despejas tu mente? Transmutando tu energía negativa a través de correcciones cuánticas. Así dejas de pensar en odios, iras y venganzas.

Existen personas que se protegen demasiado; han sufrido tanto que no le permiten a su Presencia Yo Soy bajar. Hay en ellas falta de perdón, resentimiento y una enorme cantidad de emociones negativas que activan procesos de protección. Si desean conectarse con de su Presencia Yo Soy deben corregir esas energías.

Es un trabajo necesario si quieres evitar irte de este plano físico sin haber cumplido el plan. Debes emprenderlo si no deseas volver y chocar con la energía que dejaste. Y encima, no por regresar varias veces se te facilita el escuchar la guía de tu Presencia Yo Soy. Sigues dentro del juego de la gallinita ciega, sorda y muda.

Es a partir de que logras hacer descender tu Presencia Yo Soy a tu forma física que alcanzas la maestría en todas las cosas. Cuando lo consigues, todos tus objetivos y metas se cumplen. Empiezas a manifestar maravillas. Ni siquiera te quieres ir de este plano físico, cuando antes te parecía un lugar terrible.

Lo más importante es el esfuerzo que hagas para controlar tu mente y así escuchar a tu Presencia Yo Soy. Es el poder y la inteligencia que necesitas para ganar el juego. .

Vive con total confianza, desapego y aceptación

Otro punto muy importante de este proceso es que cuando empiezas a alcanzar la maestría en todas las cosas, debes vivir con absoluta confianza y un desapego total. Esto es todo lo contrario a lo que vive la inmensa mayoría de la humanidad, y se desarrolla a través de tu propia sabiduría.

Y hay algo todavía más importante: Tener plena aceptación de todo lo que llega a tu vida. Nada puede afectarte, porque estás cumpliendo tu plan y estás bien dirigido. Sabes que la forma en que dicho plan fue escrito implica que muchas veces lo que debes vivir no es agradable.

Muchas veces hemos tenido que hacer planes bastante específicos para que se nos permitiera bajar a este plano. Al reconocer esto, entiendes la necesidad de aplicar minuto a minuto el control y la corrección de tu mente. Debes hacerlo para eliminar las energías de miedos, traumas y experiencias adversas.

Así puedes ser dirigido por un Maestro Ascendido, que eres tú mismo en altas dimensiones. Asimismo, nunca olvides que la sabiduría debe estar siempre unida a la confianza, al desapego y a la aceptación total de que todo lo que llega a tu vida es correcto y está en concordancia perfecta con tu plan. 

Elimina tu resistencia y encuentra la verdad

 

Este proceso es lo único a lo que has venido

Lo único a lo que has venido es a tener esta experiencia, que abarcará toda tu vida de principio a fin. No hay un minuto que no funcione de esta forma, porque en el momento en que aflojas o te distraes, dejas de vivir en el aquí y el ahora, y todo empieza a funcionar mal de nuevo.

Así que el correcto cumplimiento de tu plan debería ser tu única preocupación en la vida, porque es un camino que abarca toda tu permanencia en este plano físico y te puede conducir a la maestría en todas las cosas. En ese momento empiezas a vivir en el presente, en este aquí y ahora.

Empiezas a aceptar lo que llega a ti, a desarrollarte y a vivir con extrema seguridad. Es literalmente el trabajo de tu vida, sin aflojar ni un minuto. En el momento en que te distraes, entras de nuevo en la ilusión de la inconsciencia y dejas de escuchar la dirección de tu Presencia Yo Soy.

Lo quieras o no, se desarrollará el plan que has escrito

Quieras o no, reniegues de ello o no, creas que eso no se aplica a ti o no, desees hacer el esfuerzo por cambiar o no, toda tu vida se va a desarrollar de acuerdo al plan que has escrito. No hay nadie más a quien culpar. Lo escribiste tú y lo debes vivir. Fue la condición inamovible establecida para permitir tu llegada aquí.

Si no quieres hacer el esfuerzo por cambiar no pasa nada. Nadie te castigará por ello. De igual forma vas a vivir de acuerdo al plan que has escrito. Eso sí, no vas a lograr la maestría en todas las cosas, te irás de este plano físico... y volverás una y otra vez, hasta que lo consigas.

¿Pero sabes qué pasa cuando repites el mismo plan? Que regresas cargado de toda la energía de dolor, ira, odio, resentimiento, tristeza y llanto que has dejado aquí, porque, como sabes, la energía es eterna. Esto es parte del juego de la ilusión de la inconsciencia, y esa energía va a estar impresa en todos tus cuerpos.

Regreso y repetición

Al estar impresa dicha energía en tus cuerpos, va a hacer mella en tu mente, que no te dejará en paz y te controlará de manera inconsciente. Cada vez que vienes a este plano y repites las experiencias de dolor, éstas se hacen más difíciles. Cada vez resultará más complicado alcanzar la victoria. Y entonces deberás volver.

Así pues, ¿no crees que vale la pena el esfuerzo por desarrollar tu plan de vida conscientemente, unido a tu Presencia Yo Soy? Ella está en séptima dimensión y te va a contar todo lo que debes hacer para lograr la victoria. Lo único en que tienes que ocuparte es controlar la mente para poder escuchar la voz de tu intuición.

Es lo único que tienes que hacer. O puedes dejar que tu mente grite y grite por encima de la dulce voz de una poderosa Presencia desesperada por hablarte y dirigirte. Esa es la vida de las personas que no desean esforzarse. Respetamos su libre albedrío, pero debe ser horrible sentir a diario odio, desconfianza e inseguridad.

Es atroz sentir todos los días que te quieren hacer daño, que vas a perder casa y familia, que te quieren robar, que te han embrujado, que te quieren quitar al marido o a la esposa, o que te van a despedir del trabajo. Llega un punto en el que sospechas de todos y desconfías de todo. Esa es la vida dentro de la ilusión de la inconciencia.

Resulta mucho más fácil y placentero hacer que tu Presencia Yo Soy descienda a tu forma física y así lograr la maestría en todas las cosas.

Nunca dudes que eres Presencia Yo Soy

Ya tienes todo el poder que necesitas dentro de ti; ahora debes despertarlo. Como ya sabes, te has dividido en dos, y ya que una parte bajó a este plano físico, podríamos decir que eres un maestro descendido. Nunca dudes de dicho poder, porque lo tienes todo para lograr salir de tus bloqueos y alcanzar la maestría.

Lo tienes todo y eres un maestro en potencia. Nunca dudes que eres esa Presencia Yo Soy. Solamente debes conectarte con ella. Si dejas que entre a tu forma física y te guíe, te dará la maestría en todas las cosas. Cuando lo consigas, empezarás a vivir el Paraíso en la Tierra.