La gratitud te acerca a la luz y el enfado te aleja

El artículo de hoy aborda un aspecto importante para tu vida que se presenta de manera cotidiana. A este respecto. te compartiré un consejo muy palpable, mismo que puedes aplicar de inmediato. Si lo comprendes y lo usas puede darte resultados maravillosos. Te permitirá eliminar rápidamente todo enfado que nazca en tu interior.

La energía del amor siempre está en ti

La luz es la frecuencia más alta que existe; algunos la llaman Dios, y es amor puro e incondicional. Está dentro, a través y alrededor de ti. No tienes que ir a buscarlo en otra parte o en otro ser. No está detrás del éxito ni se obtiene como premio al cumplir una meta. Puedes conectarte con él ahora, en este mismo instante.

Puedes convocar ahora mismo esa energía de máxima potencia que puede entregarte todos tus sueños. Si te contactas con esta frecuencia tan alta tus deseos serán extraordinarios. Saldrán directamente de tu Ser y te harán entrar al reino de los cielos, y como sabes, cuando accedes a ese reino todo lo demás vendrá por añadidura.

Cada vez que te conectas con esa luz y ese amor entras al reino de los cielos. El problema reside en la manera en la que vives las experiencias de tu vida cotidiana, cuando se detonan los miedos y permites que el enfado construya una barrera entre la luz y tú.

Afortunadamente, junto con este problema llega también una gran bendición: la facultad de restablecer tu conexión con la luz fácil e instantáneamente. De un segundo al otro. Estoy segura que alguna vez has experimentado de pronto, como surgida de la nada, esa sensación de amor en la que te sentiste por completo plena o pleno.

Todo enfado te desconecta de la energía del amor

Ahora bien, el cambio de la plenitud al enfado también puede darse de un segundo a otro. Puede ser provocado por un solo pensamiento que interrumpe tu conexión con la luz. Depende de tu cambio de consciencia evitar que esa barrera impenetrable se vuelva a levantar entre el amor y tú.

Por esto, enfoca todos tus esfuerzos a evitar conectarte con la energía del enfado, porque si la dejas anclarse en ti te hará mucho daño. Cada vez que tienes un pensamiento basado en el enojo, te desconectas de tu Ser. Recuerda siempre que la ascensión es conexión.

Fíjate como los niños son inoculados con los miedos de los padres. Los más pequeños son todo amor. No tienen otro tipo de pensamiento aún. Podríamos decir que se desviven por el amor. Sin embargo, si algo les disgusta de inmediato se conectan con el enfado y lo exteriorizan a través del llanto.

Manifiestan enseguida su enfado y de esa manera lo echan fuera. De lo contrario, harían lo mismo que un adulto. Se lo guardarían y a partir de él generarían en su interior resentimiento y otras emociones negativas que son el germen del odio y los deseos de venganza.

Observa cómo podemos constatar en un bebé el cambio inmediato de una energía de amor a una de enfado. En los adultos eso no es visible.

La gratitud te eleva a la energía del amor

Sé como los niños

Todo dolor genera en ti bloqueos a nivel físico. Grandes enfermedades se crean a través del sostenimiento de enfados callados por años. Si fueras como ese bebé que logra sacar todo su disgusto, estarías sano. La diferencia entre él y tú es que el pequeño, después del enojo, puede reconectarse al amor en un segundo.

Y lo hace al recibir un abrazo, una caricia, una palabra dulce o un premio. Cambia su enfoque en un instante. Los niños necesitan poca cosa para pasar de una frecuencia vibracional a otra. Tómalos como ejemplo y trabaja para cambiar lo más rápido posible toda observación negativa.

Obviamente, los problemas de los niños no son los tuyos, pero para ellos, lo que viven en el momento de su enfado tiene la misma envergadura que aquello que provoca tu enojo. Sin embargo, te repito que la diferencia estriba en la capacidad del niño para salir fácilmente del enfado al recibir una muestra de amor.

El apego de los adultos los daña

El problema de los adultos es que no se comportan como niños. No logran detener la discordia que entra en ellos cuando se dispara el enfado. Generan una energía de resentimiento que los destruye a ellos y a todo lo que los rodea. Y la energía que viene de vuelta y sostiene ese resentimiento, odio y venganza es aún peor.

Los niños logran conectarse con el amor porque no tienen historias a las que apegarse a fin de seguir sosteniendo ese odio. Si por alguna razón un niño no logra sacar el dolor que le aqueja, se va apagando. Empieza a generar resentimiento y se vuelve rebelde. La rebeldía no es más que un enfado sostenido.

Por lo general eso sucede cuando los niños empiezan a volverse adolescentes y ya no les es tan fácil salir del enfado. Cada vez les es más complicado conectarse de nuevo con la energía de la luz y el amor. A medida que crecemos, sostenemos por más y más tiempo el enfado, y con ello generamos mucha energía negativa.

Ese enfado que habita en ti genera impulsos autodestructivos. Hay adicciones que enmascaran disgustos sostenidos por años.

Conéctate a la gratitud

Lo más esencial es que agradezcas las situaciones que estás viviendo. Por eso el título de esta clase. Si logras conectarte a la gratitud en esos momentos de enfado evitas engancharte a esa situación que te causa disgusto. Esto es importante porque muchas veces dichas situaciones son solo percepciones.

Crees que la otra persona no está haciendo lo que quieres que haga, y eso contraviene tus deseos de control. Es precisamente en esos momentos cuando debes conectarte con la gratitud y salir urgentemente del enfado. Casi siempre, y esto lo digo por experiencia, quien se enfada tiene mucho más que agradecer de lo que cree.

Todo desajuste entre el dar y el recibir provoca que la energía busque restablecer el equilibrio de alguna forma, y ten por seguro que no será la que esperas. Esto da pie a enormes resistencias, y con ellas a grandes enfados. No olvides que hay un punto en el cual se suscita un choque de energías, y que cuando llegas a él todo parece caótico.

Asimismo, muchos problemas en tus relaciones son consecuencia del sostenimiento prolongado de enfados que destruyen esa hermosa conexión de luz que tenías en un principio. Gran cantidad de conflictos inician con un disgusto banal en el cual ninguna de las partes pudo conectarse con la gratitud.

Si evocas gratitud, ésta llegará a ti

Cada vez que te sientas así, busca evocar en ti gratitud por todo lo que has vivido. Reconoce tu proceso creativo, agradécelo, y si es necesario, dile adiós a lo que deba cerrarse. Despídete sin resentimiento y da gracias por salir de una relación o situación sostenida a través de emociones negativas.

Cuando logras conectarte con la gratitud hacia tus vivencias, dejas de sostener enfado en tu cuerpo. Por tu salud, sal del resentimiento y del conflicto constante en el que tantas veces te ves involucrado. Rompe las ataduras creadas por todo aquello que no sea el amor y vuelve a conectarte con su omnipresencia.

La única barrera que impide tu conexión con esa luz eres tú mismo. El resentimiento ata a las personas con la misma fuerza que el amor. Toda energía densa sostenida crea lazos muy difíciles de cortar. Sin embargo, desde la luz puedes tomar decisiones acertadas. Podrás darte cuenta que tu enfado no era tan importante.

Siempre hay muchas más cosas para agradecer que para enfadarse. Reconocer la energía de la gratitud para volver a conectarte con la luz te libera del enfado.

La gratitud es un estado del ser y no solo una palabra

Sostener emociones negativas crea patrones nocivos

Hay muchos enfados que todavía no están exteriorizados en ti, pero que has sostenido por años. Esas energías generan gran cantidad de enfermedades, así como victimismo y la aparición de situaciones desfavorables similares a la que has vivido en el pasado. Es un proceso que algunos llaman repetición de patrones.

Esos patrones no son más que el sostenimiento de emociones negativas observadas en el campo de las infinitas posibilidades. Para salir de ellas debes, por ejemplo, sentir gratitud hacia unos padres con los que estás muy enfadado. Busca en tu historial y hallarás situaciones que te conectarán con la gratitud y te conducirán de nuevo a la luz.

Estoy segura, por más que hayas vivido situaciones muy difíciles, que puedes cortar esos lazos de resentimiento, amargura y victimismo buscando momentos dignos de agradecer. Debes escoger entre una mirada de sostenimiento de emociones negativas enfocada en la oscuridad, y la de la gratitud y el amor.

¿A quién lastimas más cuando te enfadas?

Conéctate a la gratitud y sana esas heridas. Puedes cerrarlas por completo, porque la luz es potentísima. Cambia tu visión y empezarás a cambiar tu mundo. Por lo tanto, cada vez que te enfades piensa: “¿A quién lastima más esta emoción, a mí o al objeto de mi enfado?”.

Pregúntatelo, porque seguramente todos los días tendrás motivos para enojarte, ya sean pequeñeces o grandes adversidades. Al final, todas ellas crean resentimiento. Averigua dónde está el origen de esa emoción que te lastima tanto y que te mantiene en bajas frecuencias, atado a la carencia.

Analiza los momentos en los que has estado realmente enfadado y recuerda tu condición financiera de ese entonces. ¿Te has enemistado con tu hermano, tus padres o tu pareja? Revisa tus finanzas en relación con tu enfado, y comprobarás que cuanto más grande es el enojo más severo es el deterioro económico.

Así que fíjate qué es lo que estás atrayendo a tu vida. Para definir este tipo de procesos, la palabra imán tiene un significado literal, porque la energía que genera el sentimiento es magnética. Si no crees estar enojado o herido, observa como se encuentran las personas a tu alrededor. Ellas son tu espejo.

Identifica lo que te hace daño

Mira dentro de ese espejo, y si ves muchas personas enfadadas y resentidas en él, busca qué debes sanar en ti para poder conectarte con la gratitud y hacer un salto, evitando que el enfado construya un muro entre el amor y tú. Si aseguras no estar enojada o enojado con alguien, primero revisa tu salud, relaciones y finanzas.

Identifica y abandona patrones familiares, personas tóxicas y bloqueos financieros. Conéctate con la gratitud, reconoce lo qué estás atrayendo con tu imán y encuentra todo lo que debes sanar. Aunque hayas vivido experiencias duras, busca un lugar donde te puedas conectar con la gratitud. Tiene que haber uno.

Y solo hasta que te conectes con la gratitud toma las decisiones necesarias. Ten cuidado de no permanecer atada o atado a personas tóxicas. No lo justifiques argumentando que al conectarte con la gratitud encontraste que tienen algo bueno. La energía de la gratitud solo debe conectarte con la luz que te libera de todo lo negativo.

Si continuas sosteniendo el sentimiento del enfado, seguirán llegando a ti cosas que no quieres que sucedan. ¿Por qué? Porque las emociones negativas hacen que tu magneto opere a muy baja frecuencia. Lo único que atraerá serán dificultades económicas, conflictos en tus relaciones y problemas de salud.

Mantente en la energía del amor

¿Y dónde está esa energía? Dentro, alrededor, y a través de ti. Tú mismo eres esa energía que proviene de la Fuente. Siempre está en ti. Para unirte a ella, lo único que tienes que hacer es controlar tu mente para apagar cualquier enfado y neutralizar cualquier situación a la que te ate.

Controla tu mente y conéctate con la gratitud saltando por encima del enfado. Te reitero que debe haber en tu vida momentos que merecen ser agradecidos por ti. Estoy segura que hay algo a través del cual te puedes unir a esa gratitud que deshace la atadura de las emociones negativas. Eso te permitirá tomar decisiones de acuerdo a la luz.

Muchas veces tu enfado es generado por seres que te están utilizando, que te injurian, calumnian o tratan de persuadirte para que tomes ciertas decisiones o emprendas determinadas acciones. Esos seres te conectan a la energía del enfado con el fin de lograr sus propias metas. Conecta con la gratitud y aléjate de ellos.

El poder del amor puede cambiarlo todo

Aleja de ti toda crítica y calumnia

Observa quién te induce al enfado y cuál fue su detonante. Puede ser que tú mismo estés generando ese enojo en ti y en otros. Por lo tanto, una vez que te conectes a la energía del amor, lo siguiente es tomar acción. ¿Cuál? Salir del resentimiento y el odio y dejar de controlar a los demás.

Deja de persuadir a otros para que hagan cosas que te gustaría hacer pero no puedes. Deja de criticar, calumniar e injuriar, porque eso te ata al enfado, al resentimiento y al odio. Tales emociones te destruyen y son directamente proporcionales a la cantidad de dolor que provocan.

También debes impedir que otros calumnien o injurien a los demás, o que intenten persuadirte para que tomes una decisión que afecte negativamente a alguien más. Cambia tu mirada y así saldrás del enfado. Podrás dedicarte a reconstruir lo que ya estabas destruyendo.

Cada vez que te enfadas mermas tu capacidad creativa

Esto ocurre porque al enfadarte bajas tu frecuencia vibracional y bloqueas lo que tenías antes. Y no solamente eso, sino que la capacidad creativa que te permite alcanzar tus metas comienza a mermarse por no sintonizarte con la energía de conexión. Te desconectas de los verdaderos deseos de tu alma.

Considera que al abrirle paso a toda energía negativa destruyes algo sumamente importante: tu capacidad de crear y recrear. No sabes las capacidades que afectas cada vez que te conectas a la energía del enfado. Asimismo, el permitir que otro te lastime o el lastimar a otro coloca una barrera entre tu luz y tú.

Todavía debes eliminar mucha densidad en ti para dejar de crear esas situaciones. Por ahora, lo único que debe preocuparte es evitar que tu conexión con el amor se bloquee por culpa de enfados o cualquier otro sentimiento negativo. Intenta ser como ese bebé que mencioné antes.

Exterioriza el enfado y transfórmalo

Haz lo mismo que ese pequeño que lo consigue cuando lo abrazas, le das una golosina o lo sacas a pasear. ¿Qué es lo que detiene su llanto? La gratitud y la reconexión con el amor que es. ¿Y qué hace un niño cuando lo animas o consuelas? Te regala una sonrisa que es la expresión más pura de la gratitud.

Ese niño recuerda que debe agradecer para salir del enfado. Lo logra en un segundo, y tú deberías hacer exactamente lo mismo. Evita engancharte en el enojo y darle pie a un resentimiento que siempre destruye todo a su alrededor. Cuando una persona está enojada, lo primero que hace es ir a contarle lo ocurrido a otros.

Cuando involucras a los demás en tu enojo resulta aún peor el daño que recibes. El resentimiento y odio dirigidos hacia otro y sostenidos por varios son altamente destructivos. Provocan entrelazamientos kármicos entre todos los seres que quedan unidos desde el enfado.

El amor es tu protección más grande

Protégete de la desconexión que provoca el enfado conectándote con la gratitud. El amor es la coraza más grande que puedes construir. Una vez armado con ella, ya no tiene relevancia alguna lo que suceda allá afuera. No importa si existen seres que te desean el mal o persuaden a otros para que actúen en contra tuya.

Esa coraza de amor te protege y protege también a todos los seres con los que te involucras. Evita que lleguen a ti el miedo, el enfado y la calumnia. Hay familias enteras que se enredan en historias de odio que llegan incluso a generar separaciones, ¡y luego se preguntan por qué se enferman o les va mal en sus negocios!

Han elaborado su mundo a partir de emociones negativas y después se preguntan por qué sus parejas los han abandonado y sus hijos no los quieren ni ver. Precisamente por esto sé muy consciente de lo que estás construyendo a tu alrededor. No olvides que eso mismo es lo que regresará a ti.

La falta de amor propio te impide ver quien eres

Tres grandes decretos (y un cuarto que los integra)

Ahora te compartiré tres decretos importantes. El primero es: Yo controlo mi mente. Exprésalo en el momento en que el enfado aparezca en ti y entra a la gratitud. Retira de tu interior ese nido de avispas que se forma a partir del enfado, porque cada vez que te enojes irá creciendo más y más, y cuando salgan todas pueden ser letales.

El segundo decreto es: Yo transformo mi energía, y al usarlo haces justamente eso, cambiando el enfado por gratitud. El tercer decreto es: Yo Soy constante. Debes manifestar constancia cada vez que aparece algo desfavorable en tu vida. Primero revístete con la coraza del amor y no te permitas desconectarte bajo ningún concepto.

Trabaja en ti minuto a minuto para neutralizar el enfado. Recuerda que lo igual atrae a lo igual, y que si bajas tu vibración vas a atraer bajas vibraciones hacia ti. Ahora bien, los tres decretos anteriores dan origen a un cuarto, que es: Yo creo mi vida. Puedes hacerlo cuando sales de todas las emociones de baja frecuencia vibracional.

Alcanza la maestría de un gran creador

Las energías de baja vibración, como la de enfado y sus sucedáneos, destruyen tu vida. Por lo tanto, repite: Yo controlo mi mente. Yo transformo mi energía. Yo Soy constante. Expresar estas palabras las convierte en tu observación dentro del campo de las infinitas posibilidades, y eso es lo que te permitirá crear tu vida.

No destruyas tu hermosa vida a partir del sostenimiento de una emoción negativa. Recuerda estos tres decretos y úsalos, y así podrás formarte el hábito de controlar tu mente a cada instante, transformando la energía a tu alrededor y manteniéndote centrada o centrado en la constancia.

Debes alcanzar la maestría de un gran creador, inmune a todas las experiencias que vive el resto de la humanidad. A un gran creador no lo afectan enfados, resentimientos, peleas o discordias. No desea manipular o controlar, y por eso nunca aparece en él esa frustración que deviene en enojo.

Así pues, tu única obsesión debe ser convertirte en el maestro de tu propio poder. Si algo te saca de la luz que eres, busca todas las cosas, situaciones y personas que tienes para agradecer. Analiza el motivo de tu enfado y compáralo a la fuente de tu agradecimiento, y podrás ver claramente qué vale más.

Como siempre, recuerda que eres un Dios vivo

Tienes el poder de Dios en ti. Puedes usarlo para destruirte, permitiendo que el enfado dirija tu vida, o para crear todo lo que deseas, si dejas que la gratitud y el amor sean tus guías. Por lo tanto, lo único que debes hacer es protegerte y mantener tu conexión con la luz y el amor. Así manifestarás tu verdadero poder.

¿Y qué podría enfadar a un ser que todo lo puede?

 


Si te gustó este artículo y quieres profundizar más en este tema, te recomiendo que leas el artículo anterior: Lo que debes hacer para salir de tus limitaciones

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