Abundando en el tema de las relaciones personales, me gustaría compartir contigo algunos consejos para prepararte mejor en ocasión de acontecimientos que suelen ser fuente de discordia. Como un ser ya despierto o en camino de despertar, puedes evitar los conflictos que se suscitan cuando te sientes obligado a hacer algo que no deseas.
El principal problema consiste en que al partir desde la obligación, te predispones mal, y la energía que irradias también estará mal predispuesta. Entonces, ¿qué puedes hacer para cambiar una vivencia desfavorable en una experiencia de amor para ti y para los que te rodean? Vamos directo al tema.
Ten en cuenta el espíritu de tus palabras
Sé consciente de lo que expresas. Cada palabra que emites es un decreto que indefectiblemente va a exteriorizarse en tu vida. Si dices: «¿Vamos de nuevo a casa de tu madre? Siempre me peleo allí«, te predispones negativamente. Más ejemplos: «Ya ves lo que siempre nos hace tu hermana». «Siempre se arma un lío cuando llegan corriendo los niños y a tu padre le molesta el ruido que hacen».
Y de acuerdo al espíritu de las palabras, ¿qué crees que sucederá? Pues justo lo que has predispuesto. Probablemente has vivido esa situación por años enteros. Lo has decretado. Has hablado en tiempo presente, y recuerda que eso es Presencia Yo Soy. «No tengo ganas de ir, pero voy por ti«. Tiempo presente. «La paso mal, pero voy«. Todo en presente, con una frecuencia de carencia y falta de amor.
Odios, resentimientos, enojos, culpas, tristezas... No te sorprendas entonces si en esa reunión pasan cosas desagradables. Es la frecuencia de tus palabras lo que crea el presente que va a suceder. Entonces, lo que debes hacer es programarte para que todo se desarrolle en perfección. Puedes decir: «¡Qué bueno! Vamos a reunirnos en familia. Esta vez va a ser muy especial».
Al cambiar el espíritu de tus palabras, y con ellas tu resonancia, empiezas a ver la abundancia, independientemente de que sea verdad o no. Recuerda que el cerebro no distingue entre la ficción y la realidad. Estás engañándolo para que él sea el observador en el campo cuántico y atraiga a tu vida eso que has programado.
Llénate de alegría
Haz una programación de lo que quieres que sea esa fiesta. Puedes expresar: «Por primera vez, tu mamá se pone muy contenta al verme». Programa una verdadera celebración y siempre acude con las manos llenas, pero no necesariamente de comida o regalos, sino de alegría. No lleves cosas sólo por cumplir. El cumplir por pura obligación tiene una resonancia de absoluta carencia.
Si vas a cocinar, hazlo con amor, para que cuando llegue lo que has preparado a la casa donde se reunirán, llegue el amor y no la culpa. Si todos acuden con culpa, tristeza, y encima obligados, es evidente que el amor no se encontrará presente allí. Por lo tanto, haz las cosas no por obligación, sino porque lo deseas desde el corazón.
Si acudes a una reunión familiar o social disgustado o triste, tu resonancia construirá disputas y momentos no gratos. Prográmate para abrirle la puerta a la alegría y llegar de su brazo. Y si no sientes alegría, es preferible no ir. Programa todo lo que vas a hacer ese día o esa noche. Tal vez ocurran imprevistos, pero el poder del amor siempre te protegerá.
Lucha para dominar tu mente
Observa solo la abundancia en todas las cosas. No critiques y no juzgues, porque cada crítica que expresas es un proceso creativo en movimiento, y cada juicio que emites desconoce el amor en la otra persona, independientemente de lo que veas o de lo que el otro manifieste. No olvides que detrás de toda oscuridad manifestada delante tuyo hay un ser de enorme amor y de Presencia absoluta.
Observa el amor atrás de esa oscuridad, porque no existe algo en este Universo que no sea amor. La única realidad que existe es el amor. Incluso ese ser que se está manifestando en dolor, carencia y toxicidad no deja de ejercer un acto de amor hacia ti. Tal vez esto te sea difícil de entender, pero es la realidad. Ese ser se está exponiendo para que tú puedas manifestar el amor que eres.
Ese ser te está mostrando el otro polo para que te puedas ver reflejado en él. Por lo tanto, no critiques ni juzgues. Si has programado acontecimientos que no quieres que sucedan, empieza a luchar para dominar tu mente y transmutar todas tus palabras. Si ya tienes herramientas cuánticas, corrige todas las palabras con las que has creado procesos de desorden que pueden llegar a manifestarse.
Ten en cuenta que puedes cambiar cada momento del ahora. Siempre estás a tiempo. Así que si te has quejado, has criticado y has juzgado, has expresado palabras con resonancias de muy baja vibración. Cámbialas, porque a cada momento del ahora y con tu Presencia Yo Soy puedes modificarlo todo. Tal es el enorme poder que tienes. ¡Es maravilloso poder cambiar todo lo que has hecho mal!
«Qué suerte tenemos«, puedes decirle a tu pareja, «porque podemos disfrutar que nuestros abuelos, padres o suegros siguen vivos y podemos gozar de su compañía. Vamos a celebrar eso».
Reconoce que tienes el poder para cambiarlo todo
Puedes cambiar tu realidad ahora.
Si ya tienes herramientas, empieza a usarlas. Corrige esa próxima reunión, corrige cada palabra que has emitido y que han emitido otros, y corrige todo acto realizado por obligación. Cámbiale la resonancia a esas acciones. Envuélvelas en la Llama Violeta y reconoce tu inmenso poder. Ese poder está en tu mente. Con ella puedes cambiar todo lo que has hecho de forma errada.
Utiliza el poder de tu Presencia Yo Soy aquí y ahora. Todo lo puedes transmutar. Practícalo hoy, y mañana todo será distinto.
Establece un plan
Recuerda que el cerebro no distingue entre ficción y realidad. Gracias a ello, puedes hacer un plan. Observa en el campo cuántico exactamente lo que quieres y tómate un tiempo para examinar tu mente. Haz la meditación de Unificación de los Chakras y la Técnica del Perdón, tanto para ti como para otros. Sobre todo, hazla para aquéllos con los que crees que podrías tener algún conflicto.
Prepara tu plan y visualiza qué es lo que va a pasar en esa reunión. Puedes aplicar esta misma técnica en muchas otras situaciones de tu vida. Supongamos que tienes una entrevista de trabajo y te agobia la ansiedad, porque de verdad deseas ese puesto. Entonces, unifica los chakras y realiza la Técnica del Perdón para ti, para la gente que te va a entrevistar y para la empresa.
Así te adelantas a los sucesos y preparas lo siguiente que vendrá a tu vida, porque al observarlo en el campo cuántico, con toda seguridad se manifestará. Yo hacía eso con mis exámenes cuando era estudiante. Establecía un plan: Unificaba y creaba en mi mente cómo quería que se desarrollara el examen, las preguntas que quería se manifestaran y el estado de ánimo de los examinadores.
Aplicaba la Técnica del Perdón para mí y para ellos. Programaba la forma en la que me harían las preguntas, siempre relajados y sonriendo. Puedes hacer esto también si tienes una cita con una chica o un chico que te interesa mucho. Prográmala para que sea toda perfección y alegría; que esté llena de amor y sinceridad. Sólo cuida de no invadir el libre albedrío de la otra persona.
El cambio está en ti
¿Alguna vez imaginaste que podrías hacer eso? Empieza a vivir cuánticamente. Una celebración familiar es un buen pretexto para empezar, porque verás el cambio que se opera de forma casi instantánea cuando estableces un plan y te pones a trabajar en ello. Todos notarán tu nueva predisposición y tu alegría. Puedes hasta decirle a tus hijos: «Mira cómo programé esta reunión ¡y todo salió perfecto!«.
Ahora, es posible que hayas programado todo tomando en cuenta la correcta expresión de tus palabras, sin criticar ni juzgar, y haberlo preparado todo con amor, y aun así algunos no se presentaron a la fiesta. No te aflijas, porque esos seres, al no estar en la misma resonancia de amor y felicidad en la cual te has programado, no pudieron llegar, por más que tú lo desearas.
Por más que sea un ser muy querido por ti y esperes mucho su presencia, si no puede llegar, acéptalo. No estaba preparado para una celebración de amor. Hasta eso es perfección. Recuerda que lo igual atrae a lo igual; por lo tanto, si estás predispuesto en abundancia, amor y alegría, los que lleguen a ti estarán exactamente en la misma resonancia.
Lo igual atrae a lo igual. Esta es la Ley de Atracción y ese es el grandioso poder que tienes. Puedes crearlo todo. No estás a expensas ni de la toxicidad de otros ni de sus problemas de baja resonancia.
Todo es perfección
Recuerda que quienes encarnan esa toxicidad y esos problemas son hermosos seres de luz que se manifiestan en oscuridad para que puedas ser luz. Eres Presencia Yo Soy y puedes crear lo que quieras en tu vida. Así que ya no temas las palabras hirientes ni las críticas. Todo lo que quieres, lo manifiestas, y si manifiestas perfección, el plan será perfecto.
Cierra los ojos después de hacer la Unificación de los Chakras y la Técnica del Perdón, y establece un plan de amor. Después podrás trasladar esa técnica a todos los demás acontecimientos de tu vida: Una reunión de trabajo, una entrevista laboral, un encuentro con familiares que no se han visto hace mucho tiempo, una cita romántica, un examen o una comida con amigos.
Puedes decir: «Todo sale perfecto y mejor que nunca«. Observa en perfección, porque el miedo a que algo salga mal crea justamente esos procesos desfavorables. Puedes también irradiar la Llama Violeta al lugar donde vas a ir. ¡Prepáralo todo! Eres un ser cuántico. No hay persona ni cosa que te impida tener la mejor velada de tu vida. Sólo depende de ti.
Irradia con tu mente a todos los seres
Puedes irradiar no solo a las personas que te acompañarán, sino también al lugar donde estarán. Irradia al restaurante, a los meseros, al cocinero y a la comida; si vas a casa de alguien, irradia a sus habitantes. Transmuta todo. Si hay relaciones que no son armoniosas es porque hay karmas entre esas personas.
Hay una causa que pudo haber surgido en esta vida o en otras, y que ha generado una cierta energía que está en todos tus cuerpos, así como en los de la otra persona. Hasta que no se transmuten esas causas y efectos, seguirán provocando discordia. Así, cada reunión y cada celebración representan excelentes oportunidades de transmutar karmas. ¿A qué no lo habías pensado así?
Aprovecha la ocasión; sánate y sana a todos. Usa todas las armas de que dispones: Herramientas, Llama Violeta, Unificación de los Chakras y Técnica del Perdón.
Invoca la Llama Blanca Plateada
Esta es otra herramienta que deseo compartirte. Con ella eres capaz de irradiarlo todo y aquietar cualquier turbulencia. Supongamos que en algún momento de la reunión surge una situación que no puedes controlar. Entonces, invoca en ese mismo instante la Llama Blanca Plateada, que tiene una doble cualidad y está compuesta de dos partes.
La primera es la Llama Blanca, que es alegría, esperanza y fuego del alma, y la segunda es la Llama Plateada, que es protección e intuición. Asimismo, reestablece el equilibrio entre las esencias femenina y masculina. Invoca con tu Presencia Yo Soy la Llama Blanca Plateada. Obsérvala e inunda todo y a todos con ella. Te doy ahora los decretos para invocarla. Primero di:
Yo Soy la Llama Blanca que activa mi luz y mi ser desde el sentir el amor incondicional, manifestándose en mí la alegría, la felicidad y el disfrute.
Decrétalo una vez, antes de asistir a la reunión. Luego pronuncia el segundo decreto, que es:
Yo Soy la Llama Plateada que permite el ingreso a la consciencia crística en mí.
Y una vez que has decretado esto, ya puedes invocar esta llama en el momento en que lo desees, diciendo: «Invoco la Llama Blanca Plateada«. Puedes hacerlo en cualquier lugar donde estés y hacia todas las personas que te acompañan.
Yo Soy amor
Decreta también: Yo Soy amor. Recuerda que Jesús es el maestro del amor. Él es quien lo sostiene con su consciencia cósmica. Puedes conectarte con ella, y al hacerlo, te conectas indefectiblemente a la consciencia crística, en la cual Jesús nos enseña y nos lleva de la mano. Tienes mucho por hacer, pero la recompensa es muy grande.
Si te gustó este artículo y quieres profundizar más en este tema, te recomiendo que leas el artículo anterior: El equilibrio entre dar y recibir.