El hermoso camino de la libertad
Mientras lees este artículo, trata de no pensar en tus problemas, tus conflictos, o en lo que estás viviendo en este momento, porque lo que te compartiré va mucho más allá de los conceptos humanos limitantes que nos han sido transmitidos en eras anteriores.
Así pues, te pido que pongas tu mente en blanco. Lee estas pálabras desde el amor y no desde la razón, porque la única verdad es ese amor. Ahora trata de interiorizar este mensaje con el sentimiento más profundo e intenso que puedas ordenar. Trata de conectarte con el amor y con la radiación que nos brinda.
Acéptate tal como eres
Amar eso que eres es aceptarte con tus errores y virtudes. Fíjate que la bondad no te salva de equivocarte, y por eso las puertas del Paraíso no están abiertas para la «gente buena», sino para quienes no se guían solo por los conceptos humanos y pueden sentir sin ningún tipo de limitación esta verdad que es el amor.
Las puertas están abiertas para quien no emite críticas ni juicios, y acepta lo que hay, lo que viene y lo que es tal cual es, porque esa es la única verdad. Por ello, ama tus limitaciones. Estás donde estás gracias a todo lo que has construido, y después de reconocerlo, puedes cambiarlo.
Amar tus limitaciones es liberador. Al hacerlo puedes entender que han sido y son una herramienta enorme que puede ayudarte a alcanzar la libertad que deseas. Esto es extremadamente importante, ya que todos tenemos limitaciones creadas a raíz de muchas de nuestras vivencias.
Honra lo que eres
Muchos de los patrones limitantes que experimentas en este momento son producto de lo vivido en nuestra niñez. Debes reconocer, amar, respetar y honrar esos sucesos tan cruciales para tu existencia. Honra eso que vino a tu vida, porque puede ser resultado de una entrega y un amor muy grandes.
Esa limitación puede enseñarte mucho, y el honrarla te hace respetar tu espíritu y tus deseos. Te hace ver el riesgo de sentirte atada o atado por los conceptos humanos y de la falsa necesidad de dejarte guiar por ellos. Ahora puedes ser tal cual eres y hacer lo que deseas sin que te importe la mirada del otro.
Cuando honras todo lo que eres, te conectas con tu ser superior. Cuando sigues los dictados de tu alma, honras a tu Presencia Yo Soy. Mientras recorres este hermoso camino de aceptación y amor, lo primero que debes hacer es observar la maravilla que hay en ti.
Enamórate de ti
Establece una conexión contigo misma o contigo mismo. Cuando lo hagas, es probable que muchos de los que están contigo en este momento se alejen, pero no te desanimes. Es muy importante que te priorices si quieres alcanzar la libertad. Tal vez tengas que abrazar la soledad para empezar a conocerte.
Y que no te importe si te acompañan o no. Si te acompañan, bienvenidos, pero si no, que no sea motivo de preocupación, porque cuando uno se desprende de los seres y las cosas, en un inicio duele. También deberás enamorarte de tu soledad. Cuando lo consigas, habrás avanzado un buen trecho.
Ya no dependes de una figura humana para ser feliz; eres libre. A este respecto, te compartiré algo que experimentó mi hija. Cuando era adolescente, siempre tenía que estar acompañada y era muy dependiente de mí. Cuando se fue a vivir a Londres, estaba siempre rodeada de amigos.
Conoce la libertad, y entonces la amarás
Siempre que le hablaba, estaba con alguien más. Tenía terror a la soledad, y por ello compartía casa con otras personas. Cuando le dije que había llegado el momento de alquilar un piso para ella sola, enseguida me dijo que no podía hacer eso. Sin embargo, el Universo fluyó y confluyó para que pudiera lograrlo.
Después de rentar el lugar, estuve el primer mes con ella, y luego partí. Yo no me preocupé, porque conozco la dinámica del Universo. Sabía que esto era un aprendizaje. Luego de dos meses de vivir completamente sola, mi hija dijo: «Qué vida tan hermosa tengo». Aprendió a amar su libertad.
Se dio cuenta que no depende de nadie para ser feliz, y así se enamoró de su soledad, cuando antes no podía estar ni una hora sola. Cuando yo me iba a trabajar y la dejaba, me lo reprochaba con miradas, palabras y hechos. Me daba cuenta que muchos de sus silencios eran expresión de resentimiento.
Hoy en día siento una felicidad extrema al ver que mi hija conoce y ama la libertad, y por eso te animo a que lo hagas tú también.
Abandona las resistencias
Mi hija pudo abandonar su resistencia a la soledad. Se separó de su novio y dijo: «Me voy a vivir sola». Se liberó y en dos meses de una soledad absoluta que el Universo le dio en forma de confinamiento sanitario, aprendió a amar su libertad. Durante dos meses, no pudo visitar a nadie, y nadie pudo visitarla.
Si no hubiera sido por el confinamiento, ella no hubiese conocido la soledad. Fíjate qué importante fue esa restricción para que mi hija pudiera ser libre. Si la pandemia no hubiese ocurrido, ella seguiría siendo dependiente de un novio, un grupo de amigos, o lo que fuese que ocupara un espacio a su lado.
Abandonar las resistencias es muy importante. Se esconden detrás de otros nombres, sobre todo, bajo la forma del apego. Muchas personas no se separan de parejas muy tóxicas por miedo a perder el dinero que les dan. Otros dicen: «Tengo construido un imperio», y se atan para siempre a bienes materiales.
Esas son enormes resistencias, y están evitando que seas libre. En realidad, no pasa nada si te separas y pasas un tiempo completamente sola o solo. A la larga, te enamorarás de la soledad. Ahora te repito una pregunta que te he hecho antes: ¿Qué es lo peor que te puede pasar? Que permanezcas como estás.
En el camino hacia la libertad hay un tramo que debemos recorrer solos. Nadie llega de la mano de otro a su propia liberación.
No tengas expectativas
El camino es individual y el sendero que lleva a la meta es muy angosto. Entra en él una sola persona a la vez. Por ello, deberás vivir la etapa final enamorándote de la soledad, ya que ahí encontrarás el amor a ti misma o a ti mismo. Allí te será más fácil cultivar el desapego necesario para tu liberación.
Cuando no tienes expectativas, no esperas algo del otro, y así nadie te decepciona. Nadie te miente, porque no te resistes a ver la verdad y no estás dispuesta o dispuesto a vendarte los ojos por conveniencia. No olvides que solo existe la verdad. La mentira es creada por tus expectativas.
Al desapegarte, nadie te miente. Las demás personas te muestran su verdad, y si no te gusta, no es problema de ellas. Esto se convierte en tu problema si has creado la expectativa de que sean distintas. Si no se cumple, juzgas como mentira lo que es verdad. En cambio, si no esperas nada del otro, todo es perfección.
De esta manera, resulta esencial liberarte del apego. Sobre todo, del apego a lo que «debería» ser», a lo que «me deben dar», y a lo que «tengo que recibir».
Confíanza y desapégo
Cuando te encuentras con un amigo, ambos disfrutan de la charla y pasan un buen rato. Cuando se despiden, dices: «Que seas feliz» y se van. ¿Por qué puedes tener una buena relación con un amigo y no con tu padre, tu hermano, tu hijo o tu pareja? Debería ser exactamente lo mismo, ¿no lo crees?
La respuesta se encuentra en el apego y la expectativa. Por ejemplo, yo no le pido explicaciones a mi hija. Le he dicho: «Te respeto, y por ello respeto tus acciones y opiniones. Confío plenamente en ti». Si yo intentase controlarla, llegaría un momento en que me ocultaría cosas.
Me «mentiría» si intentara imponerle conductas o ideas. Ahora bien, sé que hay cosas que mi hija no me cuenta porque ella así lo ha decidido. Si la presionara para que me dijera absolutamente todo lo que hace, la estaría controlando a causa de mis expectativas hacia ella.
La confianza, el respeto y la falta de expectativas son expresiones del verdadero amor, y deberían ser el cimiento de toda relación humana.
Solo existe la verdad
Si adoptas la confianza , el desapego y la falta de expectativas en tus relaciones, nadie te mentirá. Recuerda que solo existe la verdad. La mentira es la verdad que no quieres aceptar. Muchas personas tienen expectativas con respecto a sus hijos, y eso las lleva a intentar controlar todas sus acciones.
Ese es el camino más corto hacia la «mentira». Los hijos quieren vivir su verdad; si no quieres verla es tu problema. Esto aplica también para las relaciones de pareja. Nadie le debe nada a nadie, así que no continúes limitándote por conceptos humanos errados y que van en contra del amor y la libertad.
La única verdad es que cada persona es dueña y soberana de su vida. Cada quien decide vivir con lo que crea para sí. Cuando logres entender esto, te conectarás con la libertad, y esto te llevará al amor infinito. El amor es un estado del ser. Tu corazón se va a llenar de un amor que no está limitado a un sola persona.
No tener expectativas con nada ni nadie es el secreto de tu libertad. Vive todas tus relaciones como si fueran un encuentro entre amigos. A tus amigos no les pides explicaciones; disfrutas el momento que comparten y al terminar se van sin exigirse nada a cambio de su compañía.
Observa el amor en todo
El amor no es solamente un sentimiento provocado en ti por otra persona. Tú eres amor, y debes ver ese amor que eres en cada ser, cosa y situación, y aun en las imperfecciones. El ver y aceptar tus imperfecciones te llena de amor. Puedes verlo en el aire, el cielo, las nubes, los animales, las plantas y en la libertad de todos los seres.
Observa la libertad de todos, independientemente de lo que tu juicio crea percibir como correcto o incorrecto. Cada persona decide por sí misma, así que ve la vida del otro con amor y aceptación total, sin resistirte y sin tener expectativas. Así podrás ver lo hermoso de ciertas situaciones y lo divertido de otras.
Es todo un trabajo y un aprendizaje. Es un camino a lo largo del cual observas, experimentas, te equivocas, te caes y te levantas. Cuando te caigas, afirma: «La única o el único responsable soy yo. Ahora, ¿dónde estuvo mi error? ¿qué es lo que debo cambiar?». Nunca expreses: «Soy víctima de quien me hace daño».
La pregunta correcta es: «¿Por qué estoy creando estas cosas que me hacen daño?» Debes emprender un camino de autoconocimiento. Casi todos los seres humanos en este momento experimentan sufrimiento a causa de haber generado procesos creativos a partir del apego y las expectativas hacia seres y cosas.
El amor no se dirige; el amor es
El amor es la única verdad y lo único que existe en este Universo. Yo nací en una familia muy religiosa, y recuerdo que me repetían todos los domingos: «Dios es amor«. También estaba escrito en cartelitos pegados por todo el colegio, que también era religioso. Entendí el significado de esa frase muchos años más tarde.
La entendí cuando le di vuelta. En realidad, amor es Dios. Es lo único que existe y es la única verdad. El amor no se dirige hacia nada ni hacia nadie; el amor es, y debes convertirte en él. Tiene que entrar por todos tus poros. El amor dirigido hacia otros hace que tengas expectativas de reciprocidad.
El amor es Dios, y cuando te conectas a la Fuente eres Dios en acción. Debes iniciar un camino de desaprendizaje de todo lo que has asimilado hasta este momento, porque son conceptos humanos limitantes. Nadie está obligado a darte explicaciones de sus actos, ni tú estás obligada u obligado a darlas.
Si amas, lo tienes todo
En el momento que empiezas a cuestionar a los demás, entras en la limitación y no en el amor. Todos los que están enojados con sus padres porque no les dieron lo que pensaban merecer han tenido la expectativa de recibir amor, dinero, atención, o algo más. Si ese es tu caso, transmuta esa energía.
Cámbiala lo antes posible, porque no es verdad; nadie te debe nada. Si tu padre te abandonó, es porque quiso hacerlo, en ejercicio de su libertad. Decidió tomar esa acción, equivocadamente o no. Eso no te condena a una vida de carencia y sufrimiento. La rueda de causa y efecto hará lo que tenga que hacer.
Por eso no debes juzgar, criticar, ni tener expectativas. Déjalos; son libres, y a través de sus actos han activado la rueda de causa y efecto. No te hagas parte de su accionar. Honra la libertad del otro, y conviértete en un hermoso cuerpo vibrante de amor. Si todo lo amas, ya no necesitas nada.
Sé amor
Al llegar a ese estado, cualquier cosa te emociona y disfrutas cada instante. Es bellísimo ser libre y saber que todo lo que viene a tu vida es amor. Empiezas a vivir en una gratitud enorme, y en ese momento ya no tienes limitación alguna. Agradeces la entrega de los maestros que se ha brindado para ti.
Cuando no creas expectativas y haces todo por amor a ti, te conviertes en un ser libre. Abandonas todo concepto humano que te aparta del amor que eres. Al lograrlo, te conectas con la vibración de la alegría. Por eso yo me río mucho, de todo y con todos, hasta de mis conceptos errados y mis muchas equivocaciones.
No me lamento ni juzgo la situación. Yo me río porque estoy conectada a la vibración de la alegría, y este es el camino que elegí. Lo puedo recorrer gracias a que amo la libertad con todo mi ser. Siempre he buscado mi libertad y siempre he estado en contra de seguir un camino que no te honra ni empodera.
¡Eres libre!
Nunca me olvido de un novio que tenía y que estudiaba cartografía. Me hizo un cartel que decía: Roxy Libertad. Él me veía como libertad y veía en mí la libertad. Eso es en lo que debes convertirte. Yo misma tuve que entender todo lo que ahora te he compartido antes de lograrlo.
Y para que tú también lo logres, necesitas acceder a la frecuencia del amor y la alegría, así que ponte a trabajar siguiendo la enseñanza que te brindo. Cuantos más seamos, más rápido saldremos de todas las limitaciones y de la ilusión de la inconsciencia.
Agradece el vivir con libertad en este aquí y ahora. Agradece el ser testigo consciente de este momento tan hermoso y de tantos cambios. No sé si te has dado cuenta del enorme proceso que atraviesa ahora mismo toda la humanidad. Ese cambio necesita de ti y de todos nosotros.
Todos somos necesarios, porque somos la luz que ilumina el hermoso camino de la libertad.
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