Aunque no lo creas, los problemas son grandes maestros. Nos ayudan a salir de la zona de confort donde solemos permanecer. Sin embargo, debemos hacer todo lo posible por superarlos. Una vez libres de ellos, entraríamos en la quinta dimensión, llenos de amor, felicidad y alegría.
Ese es el camino hacia el que nosotros vamos. Es una meta que podemos alcanzar muy pronto. Saint Germain dice que desde el punto de vista científico, todas las células de nuestro cuerpo se renuevan cada año, y que si nosotros fuésemos capaces de detener la discordia y los pensamientos negativos por un año, podríamos salir de todas nuestras limitaciones.
De esta manera, empezaríamos a vivir en dimensiones superiores, para las que la Tierra, y nosotros mismos, ya estamos preparados. La Tierra ya tiene una vibración altísima. Así pues, es tiempo de tomar el camino de la solución y no el del problema.
Cuando se te presenta un problema, tienes dos caminos ante ti. El primero, que es el adoptado por la gran mayoría de las personas, consiste en pensar continuamente en el problema y hablar acerca de él. Cuentan a todos lo dramática que es su vida. Al hacer eso, observan el problema, lo sostienen, y así se convierten ellos mismos en problema.
¿Quieres solucionar tu vida? Toma entonces el segundo camino y conviértete tú mismo en solución. Y eso es tan simple como dejar de ver el problema, dejar de hablar sobre él y dejar de pensar en él. Solo debes empezar a ver la solución. Esta se encuentra en la única Fuente, que es tu Presencia Yo Soy.
En ti está la solución, pero tienes que buscarla.
Aprende a manifestar
Así pues, deja de ver, de pensar y de ser el problema. Es más, si tienes que mentir, hazlo, porque te será favorable. Debes salir de la preocupación y el enojo ante dicho problema.
Si quieres aprender a manifestar lo que deseas, independientemente de lo que estás viviendo en este momento, evita a toda costa pensar en el problema y observarlo, y mucho menos enfurecerte. Decreta:
Yo Soy la solución; la solución está en mí.
Ante todo, mantente alegre. Resulta imposible que la frecuencia vibracional de la preocupación, la tristeza o el enojo te traigan la solución.
Para manifestar tus deseos o tus soluciones, debes elevar tu frecuencia al amor, la paz, la alegría, la tranquilidad, la buena voluntad, o a algo que sea bueno, para empezar a resolver el problema.
Aumenta tu creatividad
La creatividad no consiste en buscar soluciones externas, sino en hallarlas dentro de ti, que eres la Fuente. Sin embargo, primero debes salir de todas las emociones negativas, ya que desploman tu frecuencias vibracional.
Recuerda que el Universo solamente decodifica frecuencias vibracionales. De esta manera, no te debe importar cómo vendrá la solución a tu problema, sino la frecuencia con la que le hablas al Universo para que te la traiga.
Y así, en el caso de que alguien te deba dinero y no te lo quiera devolver, no te preocupes ni te enojes. Más bien di: Tengo ese dinero en mi bolsillo. ¿Cómo? No lo sé, pero lo tengo. De esta manera, reconoces la Presencia Yo Soy del dinero, lo observas en el campo cuántico y le dices: «Tú vienes aquí».
Me convierto en la frecuencia de ese dinero y hablo con él, diciéndole: Tú que eres mío, ven aquí de vuelta; te traigo de nuevo conmigo. Eso es Presencia Yo Soy. Y no importa que alguien no te quiera dar el dinero. No te tiene que preocupar que alguien lo retenga o te quiera estafar.
Lo único que te debe preocupar es tu frecuencia vibracional, con la cual le hablas al Universo y le informas a tu campo cuántico: Ese dinero es mío y viene a mí; está en mi cuenta bancaria y vuelve a mí. Cuando le dices eso, el Universo tiene infinitas posibilidades de traértelo. A partir de ese momento te olvidas y te relajas.
La elevación es la solución
A partir de que le dices al campo cuántico que ese dinero está de vuelta y te desapegas, lo siguiente es mantener en todo momento la alta frecuencia vibracional con la que lograste hablar con el Universo.
Tienes que elevar la frecuencia vibracional de tu cuerpo físico. Elevarla a la de la fe, la alegría y la paz.
Y no hablas más del tema. Empiezas a disfrutar de la vida. Yo les digo a todos cuando tienen un problema y lo quieren solucionar: «Guárdatelo y eleva tu frecuencia».
Le das la orden de lo que deseas a tu Presencia Yo Soy y te olvidas. Lo peor que puedes hacer es que tanto tú como las personas que te rodean estén todo el día hablando de tus problemas, porque los están observando en el campo cuántico, y por ende seguirán llegando a tí.
Por el contrario, si haces lo que te comenté antes, ya no tendrás problemas. Tendrás inconvenientes. Serán «piedritas en el camino».
Si elevas tu frecuencia, usas tu Presencia Yo Soy, y observas en el campo cuántico sólo lo que deseas, te conviertes en solución. La decretas, la disparas, y luego te olvidas.
Paga al Universo con monedas de oro
¿Y sabes cómo tienes que pagar al Universo lo que te ha dado? Sosteniéndote en alegría, paz y tranquilidad. Esa es la moneda más valiosa con la que le vas a pagar al Universo cada vez que restablece el orden.
Y si por ejemplo sientes desconfianza hacia tu pareja o piensas que no te está siendo fiel, o crees que hay una mentira detrás de sus acciones, dices: Yo Soy la verdad; yo traigo la verdad a mi vida; yo veo la verdad. Y te despreocupas.
No intentes controlar, dirigir o espiar. Te puedo asegurar que si mantienes tu frecuencia en la alegría, la verdad siempre viene a tu vida.
Y cuando llegue esa verdad, haz con ella lo que quieras. Todo está bien o todo está mal, dependiendo de la óptica con la que observes el problema. No existe algo en el Universo que esté obligado a ser de determinada forma; depende de lo que tú deseas, y si tu deseo es congruente con lo que vives, perfecto. Si no lo es, cambia tu realidad.
Adquiere un conocimiento extraordinario
Hasta ahora, y desde muy pequeño, te han enseñado a contarle tus problemas a todo el mundo, así como a juzgar, criticar y adoptar el papel de víctima.
Y así, hay seres a los que les encanta contar todos los problemas que tienen. Les encanta que todos les digan: «Pobre de ti, mira que grandes dificultades atraviesas». Como consecuencia, les encanta tener problemas y convertirse así en el foco de atención y en la persona a la que todo el mundo debe ayudar.
Pero eso no solamente te hace daño a ti, sino a todo aquél que te rodea.
A nadie le gusta que un ser amado sufra. De este modo, quien relata una y otra vez sus problemas contamina con su baja vibración a los seres que lo aman y que lo quieren ver bien.
Para superar ese tipo de conductas, necesitas conocimientos extraordinarios. Debes considerar las enseñanzas de la física cuántica y la metafísica. Pero no te preocupes, porque es un camino muy fácil de entender.
Y es necesario porque el camino que has recorrido hasta ahora es el equivocado. Con la física cuántica te das cuenta de que si observas dolor, obtienes dolor, porque el átomo se comporta exactamente de esa forma.
La estructura del átomo está compuesta por un núcleo y muchísimos electrones girando alrededor de él. Esos electrones que giran son infinitas posibilidades.
El átomo está pidiendo que elijas una de esas infinitas posibilidades. Y ya que sabes que esto sucede, ¿por qué elegir el dolor y el drama? Elige la felicidad y la alegría; elige el conocimiento de que todo es perfección. No elijas siempre lo desfavorable.
Usa tu poder y cambia
La metafísica va más allá de la física. Te enseña que tienes un poder que está dentro tuyo, y que gracias a ese poder eres el creador de todo lo que viene a tu vida.
Cada vez que dices «yo soy esto, yo hago esto otro», lo observas. Tú eres el observador en el campo cuántico, y con dicha observación estás decidiendo una de las infinitas posibilidades.
Cuando logras entender esto, es fácil cambiar. Dejar de perjudicarte al entrar en el victimismo y ser el blanco de mil desgracias. Es fácil parar esa telenovela y convertirla en una gran película romántica, donde los personajes siempre tienen un final feliz, o en una extraordinaria comedia. Y si sabes que puedes hacer esto, ¿por qué querrías seguir siendo el protagonista de un tremendo drama?
El que apliques estos conocimientos es muy importante, así que bienvenido, porque éste es un excelente lugar para adquirirlos. Te puedo asegurar que, si los aplicas, vas a lograr hacer realidad tus sueños.
Evidencias científicas
Actualmente, los hallazgos de los neurocientíficos y físicos teóricos apoyan toda esta enseñanza. Están haciendo que nosotros nos sostengamos con más fe, y eso es algo grandioso, porque la fe es muy importante para el proceso creador.
En este momento, los investigadores en neurociencias han establecido que eso que piensas y sientes se manifiesta en la realidad, y que todo es energía. De hecho, hay científicos que han desarrollado una tabla con las frecuencias vibracionales de las emociones.
Han descubierto que las emociones tienen un valor de frecuencia vibracional, la cual está medida en Hertzios. Las emociones negativas tienen una frecuencia bajísima. La vergüenza posee 20 Hz., la culpa, 30 Hz., y el miedo, 100 Hz.
Todas estas emociones, junto con la envidia, la rabia y muchas otras, tienen frecuencias extremadamente bajas. Se ha demostrado que estas frecuencias provocan que el individuo, y con él su energía, se contraiga y se bloquee.
Expansión y no contracción
Nosotros debemos alcanzar frecuencias vibracionales de expansión para que nuestra energía empiece a tener un diálogo fluido con el Universo, se conecte con él y haga venir lo bueno a nuestras vidas.
En cambio, la energía que se contrae te bloquea en todos los aspectos. Las energías que te contraen son las generadas por la culpa, el miedo, la rabia, el resentimiento, la venganza… Estas frecuencias bajas te tienen paralizado y estropean tu existencia.
Puedes llegar incluso a ser un «muerto en vida». Si no estás viviendo con emociones expansivas, con las que puedes lograr procesos creativos favorables, en realidad no estás viviendo.
En el Universo todo es energía, y esta energía regresa a ti de acuerdo a tu frecuencia vibracional.
Si tu frecuencia es de amor y de alegría y por lo tanto de expansión, ya sabes lo que va a regresar a ti. Si es de contracción, producto de un sinfín de emociones negativas, tales como dolor, venganza o resentimiento, también sabes lo que vendrá a ti. Si manifiestas bloqueos, ya sabes cuál es tu frecuencia vibracional, y lo que está regresando a ti.
Por tanto, necesitas elevar dicha frecuencia, y así vivir en una completa y total expansión. Necesitas activar a tu favor tu Presencia Yo Soy.
Estas evidencias científicas también demuestran que, además de ser nosotros los creadores de lo que ocurre en nuestras vidas, también necesitamos utilizar correctamente la Presencia Yo Soy para conseguir lo que realmente deseas.
Lo esencial es invisible
La gran mayoría de los seres humanos piensa que lo esencial es la materia. Están detenidos, sosteniendo esa noción y haciendo que la materia sea la parte más importante de sus vidas.
Prácticamente todos los seres humanos de este planeta Tierra están tan convencidos de ello que el 99 por ciento de sus vidas están dedicadas al trabajo de sostener la materia y retenerla. Y me refiero a la materia en todos sus aspectos, ya sea el cuerpo físico o los objetos.
Sin embargo, lo esencial está en lo invisible ¿sabes por qué? Porque reside en tu campo electromagnético; es la frecuencia vibracional que irradias y que establece un diálogo con el Universo.
Es ese campo electromagnético el que te trae la materia, el que la retiene o el que hace que se vaya por completo. No son tus preocupaciones lo que hacen que esa materia disminuya o crezca.
Esto quiere decir que resulta absurdo invertir toda una vida creando problemas y sosteniendo la materia, cuando ésta representa únicamente el 4 por ciento de todo lo que hay en el Universo. Lo esencial está precisamente fuera de la materia. Es en el campo electromagnético que lo rodea a todo donde está la verdad.
Habla con el Universo
Mediante tu frecuencia vibracional estableces un diálogo, y es ese campo electromagnético quien va a traer a tu vida todo lo que te suceda.
Si sostienes con tu mente solo la materia, estás sosteniendo el 4 por ciento de la realidad, y lo más probable es que la pierdas, porque tu frecuencia es de pérdida. La estás sosteniendo con el miedo a perderla, y recuerda que ese es el lenguaje con el que te comunicas con el Universo.
Y el Universo tiene infinitas posibilidades de manifestar esa pérdida. Hay personas que han perdido todas sus posesiones materiales a causa de una tormenta. Pasaron toda una vida luchando por obtener y sostener esa materia, o quizá la heredaron, pero llegó el agua y se la llevó.
El Universo tiene infinitas posibilidades de dar o quitar, por lo que debes ocuparte de tu frecuencia vibracional. Ella es quien afecta e incide en el campo electromagnético donde reside lo esencial.
Y así, de lo único en que realmente me preocupo es de elevar mi frecuencia. Mi único trabajo es sostenerme en mi Presencia Yo Soy. Por ende, mi campo electromagnético es perfecto. Sólo llega a mí lo bueno. Yo me convierto en solución.
Siente amor y sé amor
Una de las frecuencias vibracionales más altas es la del amor; si puedo sentir amor, el campo electromagnético es perfecto y todo lo que viene a mí es favorable.
Sin embargo, el amor es un aprendizaje. Es un camino que recorremos a diario, en el que debemos vencer las resistencias. No te resistas a nada: Acepta todo lo que viene. Si encuentras una piedra en el camino, rodéala y sigue avanzando.
Te aseguro que cada vez que has resuelto un problema y has visto hacia atrás, has dicho: «No era para tanto». Es más, si has sobrevivido hasta hoy es que todos esos problemas no eran tan importantes. En realidad, los problemas están en tu cabeza, que es justamente el lugar donde los creas.
No te resistas, porque estás aprendiendo a amar.
Adopta la humildad
Debes aprender a vivir con humildad. El orgullo, la soberbia y la venganza son enormes resistencias. Más bien decreta y luego desapégate, siempre sosteniendo la frecuencia vibracional de la alegría y la tranquilidad. Para empezar a vibrar en el amor, no te resistas a los problemas.
Mantén absoluta humildad y luego pide aquello que deseas. Di: «Quiero verdad», y verás la verdad. «Quiero salud», y serás salud. «Quiero dinero», y el dinero vendrá a ti. Tú eres el dueño de tu vida.
Para ser solución, debes vibrar en la frecuencia del amor.
Si tu piedra en el camino es que no puedes generar dinero con tu trabajo o negocio, no te resistas. Es lo que hay. Es lo que has creado. Lo siguiente es empezar a reconstruir tu vida con humildad. A generar procesos creativos favorables. A decir: «¿Qué quiero de mi trabajo o mi negocio? ¿Me gusta?».
Si no te gusta, no estás cumpliendo con tu ser. Entonces, con absoluta humildad, reconoce si eres feliz con lo que tienes, y si estás cumpliendo con el deseo de tu alma. Según lo que vayas contestando, deberás generar procesos creativos que te permitan construir de nuevo esa abundancia que desapareció.
Debes empezar a usar tu Presencia Yo Soy. Decreta: De aquí a fin de año, mi negocio empieza a facturar tres veces más de lo que factura ahora. O: De aquí a tres meses, gano el doble de lo que gano ahora. Tiene que ser creíble; no pidas algo que no te vas a creer.
Luego desapégate y empieza a vivir con felicidad, sabiendo que a partir de mañana tu situación económica será mucho mejor. Recuerda que debes pagar al Universo esa abundancia con la frecuencia vibracional del amor. Así podrás aprender a amar sin resistencia y con humildad, usando tu Presencia Yo Soy sin apegos.
Muchos Maestros han descubierto que cuando empiezan a ejercer su Presencia Yo Soy salen de las fronteras del tiempo y del espacio; empiezan a ver que cuando han aprendido a amar, todo está en sus manos. Ese amor que han aprendido es una fuerza cohesiva que, como un potentísimo imán, trae hasta ti todo lo que deseas.
Así que no seas soberbio y no digas que siempre amas y que eres bueno. Si no estás manifestando perfección en tu vida no eres ni bueno ni amoroso. No te engañes. En el momento en que entra la discordia, criticas y juzgas. Hablas mal de ti mismo y de los demás.
Si no tienes perfección en tu vida, debes aprender a amar.
Eres el observador, y de tu mirada depende toda tu realidad
La realidad depende de la forma en que la vemos, sentimos y pensamos.
De esta manera, si estás centrado en tu enemigo y diriges hacia él tu furia y envidia, pensando en una posible venganza, tu mirada como observador atraerá justamente eso a tu vida. Ten extremo cuidado con lo que observas. Empieza a mirar a tu enemigo, tu enfermedad, tus problemas y tus relaciones con amor.
Hazlo ahora mismo, porque si no, ya sabes lo que te traerá una frecuencia vibracional baja; ya conoces lo que vas a imantar. De ti depende que extiendas la mano y se te entregue un problema o una bendición. Que aparezca en tu camino un peñón gigantesco o una piedrita.
Precisamente por esto Jesús dijo que debíamos amar a nuestros enemigos. Al amarlos te conviertes en amor. Tú mismo te conviertes en esa fuerza invencible que atrae todo lo bueno a tu vida.