Muchas veces tomamos decisiones desde la culpa y no desde el amor. Decidimos desde el «no me queda otra», y no seguimos el dictado de nuestro corazón. El gran problema es que esa elección siempre trae consecuencias desfavorables. No constituye una ayuda y más bien genera nuevas dificultades.
Un ejemplo sencillo y poderoso
Antes de tomar cualquier decisión, lo primero que debes hacer es trabajar el tema de la culpa y salir de ella, junto con todos los «debería». No te sientas egoísta por hacer lo que de verdad deseas y no lo que «deberías». Elimina completamente toda manipulación, ya sean de tu parte hacia otros o de otros hacia tí.
Para ilustrar lo anterior me gustaría traer a cuento un ejemplo de la vida cotidiana: la celebración de una reunión familiar. Esos eventos son fuente de conflicto para muchas personas, pero n debería ser así. Al haber sido invitados a una celebración, lo más lógico sería ir con alegría y amor.
A este respecto, puedes seguir el ejemplo de Jesús, quien realizó un acto hermosísimo por todos nosotros, en el cual su ser, que es el Yo Soy Amor, se entregó en beneficio de toda la humanidad. ¿Para qué? Para que podamos observar el amor. Ese acto hizo visible a Jesús para el mundo entero.
Trata de encontrar a una sola persona en todo este planeta que no conozca a Jesús. ¿Y qué fue lo que consiguió? Hacer visible el amor. Hacer que cada uno de los habitantes de la Tierra pudiera observar el amor en el campo cuántico y atraerlo a su propia vida. A eso vino Jesús a este plano físico.
Irradia el amor que eres
Entonces, si Jesús hizo que observaras el amor y lo atrajeras a ti, procura que todas tus decisiones estén basadas en el amor y no en el miedo. Detrás de la culpa se esconden el miedo a no ser suficientemente bueno, a la responsabilidad y a no ser capaz de resolver los problemas.
Así, antes de ir a una reunión, dí: «Voy a celebrar llenándome de amor y no sólo por sobrellevar un compromiso». En todo encuentro familiar o social hay personas que no comparten este principio y ocasionan \»problemas\». No dejes que te distraigan de lo más importante, que es irradiar ese amor que eres.
Ahora te diré algo más sobre Jesús. Quiero que lo bajes del cielo y lo dejes acompañarte aquí en la Tierra. Jesús fue un hombre como todos nosotros, pero representa al Yo Soy Amor. Es de una magnificencia tan grande que observar su ejemplo nos une al amor. Esta observación puede erradicar la culpa.
Más allá de todo protocolo o ceremonia, observar su ejemplo es el mejor homenaje que le podemos dar a nuestro amado Maestro Jesús.
Decide acorde a tus deseos
No debes guiar tus acciones sometiéndote a los deseos de los demás. La vibración que irradias ante la expectativa de lo que ocurrirá en esa reunión familiar determinará tus procesos creativos. Si te domina la ansiedad o la ira porque anticipas que te la pasarás mal, generas un sinfín de emociones negativas.
Y esas emociones crean lo que vivirás. Las emociones que tienes en este instante producto de tu observación de un futuro negativo hacen que elabores procesos creativos de extrema imperfección. Si estás llena o lleno de enojo, tristeza y culpa, atraerás precisamente eso.
Sientes que no eres libre, porque «no te queda de otra». Además, esos sentimientos de desesperación se suman a las conversaciones que tienes en esa reunión. Dado que dichas pláticas suelen estar cargadas de vibraciones muy bajas, tu situación se complica todavía más.
Has generado todo esto por tomar decisiones desde la culpa y no desde tus deseos, pero ahora que lo sabes, aprovecha cada celebración a la que asistas para conectarte con el amor y el perdón. Observa atentamente qué es lo que tanto te enoja de ese otro al que no toleras.
No te apegues a tus juicios negativos, porque es muy probable que tu percepción de los otros solo sea una muy limitadas interpretación de la realidad.
Lo más importante
Evita que la ansiedad, el miedo, la culpa y el odio impriman tus procesos creativos. Para lograrlo, muchas veces tendrás que perdonar y observar la realidad desde el amor y no desde la culpa. Si piensas: «Ya hice lo que pude para conectarme con el amor, pero aun así no deseo ir a esa reunión», perfecto. No vayas.
Lo más importante es enfocarte en el amor. Eres libre de decidir, pero nunca lo hagas desde el odio y la venganza. Sigue el ejemplo de Jesús, quien consumó su entrega para que puedas observar el amor en el campo cuántico y así el amor llegue a ti, se adhiera a tu vida y puedas manifestarlo.
Tardamos dos mil años en darnos cuenta, pero ahora es el momento del cambio, ya que esta Era de Acuario equilibrará la libertad y el amor. Así pues, cuida que tus decisiones no surjan desde el resentimiento, sino desde el amor. Con la mano en el corazón, observa y trabaja todas tus emociones con total libertad.
Trabaja con la Ley del Perdón y todas las herramientas a tu alcance. Expresa: *Yo Soy la Ley del Perdón en la mente y los corazones de todos los hijos de Dios.* Repite ese decreto cada vez que venga a ti la imagen de quien creas que es tan tóxico que altera tu vibración.
Establece los límites
Después de hacer todo este trabajo podrás tomar decisiones correctas y empezarás a ver las cosas desde otra perspectiva. Recuerda que tú estableces hasta qué punto te afectarán los otros. Le das una medida a esa influencia a partir de tu observación y del miedo a que algo desagradable suceda.
Si logras transmutar tu energía hacia el amor y el perdón, eliminarás ese miedo. Te convertirás en emisaria o emisario de la luz. No te sorprendas si la próxima reunión a la que asistas después de hacerlo sea la mejor de tu vida. Esto va mucho más allá del simple hecho de ir o no ir.
Trabaja en conectarte al perdón y al amor, y luego decide sin culpa ni miedo a no poder resolver los problemas. Cuando decides de acuerdo a lo que dicta tu corazón puedes verlo todo mucho más claro. Eliminas los sentimientos de impotencia; los «debería» y los «no me queda otra».
Empieza a sanar y toma decisiones. Sigue tus deseos y no tus supuestas obligaciones. Si no vas a estar conectada o conectado al amor, no salgas de casa.
Tu frecuencia vibracional es clave
La frecuencia vibracional que tienes en cada minuto del ahora imprime tus procesos creativos. No olvides que toda tensión generada por la expectativa de situaciones desfavorables crea enfermedad. Esa frecuencia vibracional tan baja provoca peleas, disgustos y hasta separaciones.
Tu frecuencia vibracional lo imprime todo. Lo que el Universo trae a tu vida está siendo pagado por ti con dicha frecuencia. Así pues, no culpes a nadie de lo que te ocurre. Es tu responsabilidad y es consecuencia de pagar al Universo con moneda barata, como me gusta decir.
Así pues, mantén una frecuencia alta, o al menos neutral, que es el punto de partida para manifestar abundancia. No estás comprometida o comprometido a hacer algo porque es tradición u obligación familiar. Tienes infinitas posibilidades de hacer lo que tu corazón desea de verdad.
Lo único que debe preocuparte es la frecuencia que irradias, y si te encuentras rodeada o rodeado de seres tóxicos, observa con atención lo que hay en ti. ¿Qué es lo que está creando eso? Comienza a trabajar es eso y procura que tu radiación y tu frecuencia sean las del perdón.
Conviértete en perdón y tomarás decisiones muy distintas. Sales por completo de la culpa y de todas las emociones negativas que ésta genera.
Es día de romper las cadenas
Corta lo que te ata a los \»debería\» y a los \»no me queda otra\». No manipules ni te dejes manipular. Observa si estás obligando a otros a estar contigo. Hoy mismo rompe las cadenas que representan estos mecanismos de control. Deja que sea el amor quien convoque toda celebración y reunión.
Puedes decir: «Voy a estar con los seres con los que de verdad deseo estar». Y deja que sea el amor el que dé forma a ese festejo. Rompe las cadenas construidas con todas las decisiones que has tomado por obligación y que te generan procesos creativos desfavorables.
Si piensas: «Estoy obligada u obligado a ir a casa de mis padres porque puede ser la última vez que los vea», ¿qué estás observando? Inicias un proceso creativo absolutamente adverso. Fíjate como algunas decisiones están tomadas desde la culpa. Más bien di: «Voy a ver a mis padres porque los amo y deseo verlos».
¿Por qué vas a reunirte con tus padres? Porque deseas estar con ellos. De lo contrario, todas las observaciones negativas que hagas darán forma a lo que llegará a tu vida. No generes procesos creativos que no quieres. Observa la vida, la salud, y que celebrar con tu familia y amigos es lo mejor que te puede pasar.
Crea tu propio cambio
Puedes empezar a crear desde tu mente una celebración hermosa, donde todos los que se reúnan estén llenos de amor. Que haya paz y tranquilidad. Puedes empezar a decretar desde tu Presencia Yo Soy todo lo que de verdad deseas. En resumen, empieza a observar cómo quieres que se manifieste esa celebración.
Puedes decir: *Celebro rodeada o rodeado de amor, junto a seres que me aman y a los que amo, y todo aquél que no está en esa sintonía no acude.* También puedes cambiar el lugar de la reunión. Muchas veces, por tradición familiar, tienes que ir a casa de la abuela, porque hace 40 años que toda la familia se reúne allí.
Sin embargo, resulta que esa casa está llena de una energía horrible. Tal vez sea momento de celebrar en un lugar neutral. Haz un cambio de acuerdo a tus deseos e invita a todos a tu casa, y el que no quiera venir, que no venga. Ellos también deben tomar decisiones. Si las toman desde la culpa y el odio, es asunto suyo.
Puedes proponer cambios y esperar que sean aceptados. Puedes crear el cambio de acuerdo a tus deseos, anticipadamente usando tu Presencia Yo Soy. Puedes decir: «Yo Soy la única inteligencia y poder actuando en mi suegra, mi suegro, mis hijos, mi marido, mi esposa, mis cuñados», etcétera.
Si haces caso a lo que te he propuesto, lo que se manifestará será el amor y el perdón. Verás cómo todo se acomoda de acuerdo a lo que has decretado.
Celebra, porque te lo mereces
Reconozco que no es fácil salir de la zona de confort, pero vale la pena intentarlo y no hacer más lo que has hecho por 40 años. Sé congruente con los deseos de tu corazón. Sin imponer ni manipular, expresa y repite el decreto: Yo Soy la única inteligencia y poder actuando en… y menciona a quien te provoca resistencias.
Sal de la culpa, los «debería» y los «no me queda otra». No manipules ni te dejes manipular. No controles ni te dejes controlar. Conviértete en amor, y no olvides que el amor no está en ti si te domina la culpa. Celebra como tú desees, siempre y cuando lo que prevalezca sea el amor en el cual debes convertirte.
Cuando nos reunimos para celebrar algo o a alguien, también se celebra tu presencia. Recuerda que, ante todo, eres amor; lo único que existe en todo el Universo. No veas al amor como inalcanzablr ni lo busques fuera de ti. Toda celebración es también la tuya.
Te lo mereces todo, así que sé amor y celebra todos los días de tu vida.
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